Cada semana, varias revueltas estallan en diferentes regiones de Argelia. Subida de precios, paro, corrupción, los motivos de descontento son innumerables, a pesar de la riqueza amasada gracias al maná petrolero ("¿Adónde va el dinero del petróleo?"). La vuelta a la paz civil y la amnistía decidida por el Gobierno de Abdelaziz Buteflika, a pesar de las numerosas oposiciones, no han permitido al país salir de la crisis global en la que está hundido desde hace varios años.