El movimiento Slow Food (comida lenta, en oposición al Fast Food, comida rápida) milita desde hace diez años en favor de una concepción diferente de la gastronomía. El fundador de este movimiento que se desarrolla entre los campesinos de los cinco continentes, explica aquí por qué es necesario sacar a la gastronomía de su encierro mundano y sibarítico y restituirle sus valores culturales y ecológicos.