Brendan Smith, Jeremy Brecher
Tanto en Estados Unidos como en Europa, el movimiento por la paz suele asociarse con la izquierda. De Corea a Irak, pasando por Vietnam, el conservadurismo casi siempre ha sido sinónimo de apoyo al nacionalismo, al militarismo, al imperialismo y a la guerra. Pero la existencia de una tradición opuesta, semejante a un delgado hilo de agua, invalida esta categorización. El fracaso catastrófico de la guerra en Irak está transformando este arroyito en un río crecido. El fenómeno puede amenazar la hegemonía de los conservadores en la política estadounidense.