La actualización del marco legal en materia de ordenación del territorio en España durante la última década ha propiciado nuevos mecanismos para optimizar la gestión pública en la planificación del espacio y su consenso desde la eficacia y la eficiencia en el análisis de las determinaciones y actuaciones. Se aborda el resultado en Canarias de la aplicación de los órganos ambientales en los ayuntamientos, sus competencias en la evaluación de los efectos sobre el medio ambiente y su participación en una ordenación urbanística sostenible. Se ejemplifica la plena responsabilidad en la correcta integración del desarrollo socioeconómico, de los usos y aprovechamientos en el territorio. Vemos como este esfuerzo de evaluación se inserta en una estrategia cada vez más obligada de conservación del patrimonio medioambiental y cultural, de excelencia en las cualidades del paisaje, de sus recursos naturales y de un entorno saludable y aceptado por la población como indicadores de su bienestar. Se expone su estructura administrativa y técnica, la variedad de realidades territoriales que aborda y los capítulos significativos en sus resoluciones.