Bernard Cassen
Se dice que la política exterior no sirve para ganar las elecciones; a lo sumo puede servir para perderlas. Por eso los candidatos a las elecciones presidenciales de Francia persisten en la imprecisión cuando se trata de las cuestiones candentes del momento: Irán y Palestina. Los desafíos internacionales, sin embargo cruciales en el mundo de la postguerra fría, apenas los movilizan. En cambio para todos la defensa de los derechos humanos debe constituir el gesto primordial de su acción en el exterior. ¿No es algo limitado?