La importancia de la democracia, en los términos estrictos de su significación política, se extenderá a los países de América Latina hasta el último tercio del siglo XX. Pero, no bien acaba de traducirse en un conjunto de instituciones que pretenden regular su funcionamiento que, a la vuelta de la esquina, deviene rápidamente perfilada a modo delas oligarquías de poder. Por ello mismo, en el campo de la batalla social, las democracias recién desempaquetadas aparecen insuficientes ante las exigencias de los movimientos, expresiones, acciones y manifestaciones sociales que, desde los años noventa, han modificado y siguen transformado el mapa político y social regional. Por lo anterior, la ideade democracia no puede ser vista como un concepto cristalizado y cerrado sino como un proceso cambiante y contradictorio que se define y redefine, prácticamente hasta donde la correlación de las fuerzas sociales lo permite.
The importance of democracy, in terms of its political implication, will extend to Latin American countries until the last third of the XX Century. Once democracy turned into a group of institutions, which have acted as functioning regulators, it came back in the form of oligarchic powers. In this context, the social battlefield of the new democracies felt unready touphold the people’s movements, expressions, actions and social struggles that, since the 1990s, have modified and transformed our political and social view. Consequently, the idea of democracy cannot be visualized as a simple and closed concept but rather as a changing process of contradictions that defines and redefines everything, including the correlation of social forces.