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Antonia Olmos Alcaraz 
En el presente trabajo se realiza un estudio de caso sobre las lógicas de funcionamiento del racismo y el anti-racismo en Twitter, en concreto a partir de la publicación de un mensaje polémico de P. Casado, presidente del PP y exponente de la derecha conservadora española. Con ello se pretende aportar conocimiento –aún escaso en la investigación sobre la materia– sobre características del discurso racista –y su confrontación– en espacios digitales. Se trata de un estudio de caso que analiza cómo el discurso del político considerado, en tanto que discurso de élite, provoca un determinado tipo de participación en espacios digitales. El diseño metodológico se ha basado en análisis de contenido cuantitativo (frecuencia de tópicos) y cualitativo (articulación de argumentaciones). Para ello se ha trabajado con NVivo, codificando y analizando en profundidad una muestra de tweets que respondieron al mensaje del político. Los resultados apuntan a la existencia de un fuerte rechazo hacia las palabras del político, pero la ausencia de un anti-racismo explícito visible de manera importante. Los apoyos recibidos fueron minoritarios, aunque algunos de ellos de gran agresividad.
This paper is a study case that analyses the various functioning logics of racism and anti-racism in Twitter, specifically following the publication of a polemic tweet against immigration by Pablo Casado, president of PP, which aligns itself on the conservative “right” of Spanish politics. The aim is to provide knowledge –still scarce in research on the subject– on the characteristics of racist discourse –and its confrontation– in digital spaces. It is a case study analysing how the selected political discourse, as elite discourse, elicits reactions and provokes social participation in digital spaces. Methodologically, it is based on Twitter content analysis, utilizing both quantitative (frequency of topics) and qualitative (articulation of arguments) approaches. We worked through the NVivo analysis software and selected a sample of tweets, that were then coded and analysed in depth, responding to the politician’s overall message. The results point to the existence of a strong rejection to the politician's words. However, there was an absence of a visibly explicit and significant anti-racism in the ensuing retorts. The support received for his racist comment was in the minority, although some were very aggressive.
