Serge Halimi
La continuación de la guerra en Ucrania favorece a Macron, al movilizar la atención de los franceses sobre los esfuerzos diplomáticos de su presidente y no sobre el desolador balance de su quinquenio. Un hipotético segundo mandato entrañaría todavía más riesgos para las clases populares, ya que sería el último. Sin el condicionante de unas elecciones, respaldado por una nueva mayoría parlamentaria a su medida, el proyecto liberal de Macron no tendrá más obstáculos que los brutales shocks que se están amplificando.