En el ámbito de la cultura de la evaluación, los estudiosos y profesionales se ven sometidos cada vez más al juicio crítico de su actividad investigadora. En el presente artículo se enumeran los diversos estadios en que dicha actividad es evaluada por las distintas administraciones públicas; se estudian los criterios de evaluación más habitualmente empleados, entre los que figuran la evaluación por expertos iguales (peer review); las revistas de reconocido prestigio y las normas para evaluar las tesis doctorales. Finalmente, el autor postula un nuevo criterio: el análisis de las citas de calidad recibidas por los autores sometidos a evaluación a fin de conocer la auténtica aportación a su campo científico.