En el presente ensayo, me propongo interrogar el concepto de posición a partir de las reflexiones del pensador Jacques Lezra sobre la llamada institución defectiva. El trabajo de Lezra se encuentra atravesado por una serie de situaciones conceptuales en torno a lo que conocemos como modernidad temprana, pero también por el pensamiento de Maquiavelo, Marx y Althusser. En torno a este último, intento tejer aquí el nudo de una reflexión sobre la posicionalidad como un “coup de force” (Derrida) o una violencia primaria, atómica, que tiene el sello de una desviación puntual, de una violencia mínima. Esa violencia desviante es la que permite pensar el comienzo como curvatura y la institución como defecto –en contra de la mediación hegeliana, que la asume como suplencia de una deficiencia ontológica. Finalmente, interrogo, a partir del cruce Lezra-Deleuze, la posibilidad de un sadismo de la contingencia para pensar la violencia de esta posicionalidad defectiva, en tanto clave para un pensamiento de la coyuntura constituyente.
Through this essay I intent to interrogate the concept of position departing from Jacques Lezra’s thought about what he called “defective institution(s)”. Lezra’s work is evidently traversed by a series of conceptual situations surrounding what is known as early modernity, but also by thinkers like Machiavelli, Marx and Louis Althusser. It is about this last name that I try to weave the reflexive knot about positionality as “coup de force” (Derrida), a primary violence, atomic, with the seal or stamp of a punctual deviation, or minimal violence. This deviant violence is which allows me to think the commencement as curvature and the institution as defect –against Hegelian mediation that assumes institution as supplement for an ontological, previous deficiency. Finally, I inquire, by crossing Lezra and Deleuze, the possibility of a contingent sadism to think the violence of this defective positionality, as an important element to think the constituent conjuncture