La creciente implantación de dispositivos digitales y redes sociales tanto en la vida cotidiana como en la laboral, suscitan específicos dilemas en cuanto al ejercicio de sus competencias por parte de la representación de los trabajadores. La legalidad ordinaria, aun demasiado anclada en paradigmas pretecnológicos, no aporta respuestas convincentes haciendo necesaria su reforma.
The growing implementation of digital devices and social networks both daily and worklife, raises specific dilemmas regarding the exercise of their competences by workers' representatives. Ordinary legality, still too anchored in pre-technological paradigms, does not provide convincing answers, making its reform necessary.