Bruna Soares De Aguiar
En 2014 Suecia fue el primer país en afirmar que pasaría a desarrollar una política exterior feminista (PEF). Este anuncio suscitó varias especulaciones sobre lo que significaría la inserción del paradigma feminista como política exterior. Autores y centros de estudio fueron, a lo largo de estos años, definiendo que una PEF trataría de un cambio en la ética de la política internacional revisando actores, estructuras y narrativas que tienden a generar una desigualdad de género y que suma opresiones de raza, identidad, etnia, religión, entre otros.
En este contexto, este estudio se considera importante al desarrollar un análisis en torno a la aplicación de la PEF sueca desde una perspectiva del Sur global, con el objetivo de observar las narrativas sobre las prácticas de cooperación sueca en el ámbito de la PEF. En este sentido, se ha optado por analizar la retórica sobre los resultados de la cooperación sueca en los tres primeros años de PEF de manera a observar si la narrativa sobre los resultados también presenta el mismo cambio propuesto por la definición de la cooperación, o si reproduce, en alguna medida, los discursos tradicionales. Este estudio fue realizado a partir del análisis de la narrativa presentada en documentos producidos por el gobierno sueco en el año de 2017.
Se puede concluir que, a pesar de que Suecia ha avanzado en el tema al integrar las demandas de los movimientos feministas a sus políticas de estado y gobierno, aún se puede observar la reproducción de discursos tradicionales de la cooperación internacional al desarrollo. Puesto que en su retórica no se explotan las asociaciones con los estados del Sur receptores de la cooperación y mantiene actores de la cooperación tradicional del Norte, reforzando el uso de la categoría género como indicador en la ayuda al desarrollo y poco cuestionadora de las relaciones de poder existentes entre Norte y Sur.
The announcement of Sweden’s adherence to a feminist perspective on its foreign policy contributed to the gender agenda debate being broadened internationally. Therefore, it is considered important to analyze, from the South, how feminist foreign policy (FFP) has modified the discourses on traditional practices in foreign policy.
In order to carry out this study, the Swedish International Cooperation agenda was selected as a case to be examined. This research takes into account that the debate on gender and development has been articulated at least since the 1970s, and several contributions have underlined the need to question the power patterns involving the cooperation policies of the countries from North to South (Aguinaga et al, 2011). Moreover, over the years countless alternatives to traditional and hierarchical practices of cooperation have been articulated by feminist women in both the South and the global North.
Given that Sweden adopted, as part of the feminist paradigm, the habit of carrying out a review of its policies, this study is developed from an analysis of Swedish rhetoric in the document on FFP policy practices released in 2017. Taking into account the narrative of seven themes, the extent to which there has been an insertion of the debates developed by Southern Feminisms in discourses on practices is debated.