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Álvaro Oleart, Luis Bouza García 
Las esferas públicas son hoy objetos muy diferentes a los que iniciaron los procesos de globalización. Uno de los aspectos novedosos de las esferas públicas actuales es la creciente influencia de las plataformas de redes sociales y la desinformación que circula en ellas, pues ha sido un factor fundamental en cómo se desarrolla actualmente la comunicación política en general, y las campañas electorales en particular. Este artículo trata de delinear una agenda de investigación sobre cómo investigar la construcción de este nuevo objeto político tanto a nivel de debate político como de marco regulatorio. Proponemos estudiar este objeto político desde la perspectiva de una disputa en el emergente campo transnacional por definir la desinformación, lo cual tiene implicaciones tanto teóricas, metodológicas como normativas. Argumentamos que hay diferentes campos preexistentes (el del periodismo, el de la seguridad internacional) que se ven afectados por la emergencia del nuevo campo transnacional de la desinformación y que los actores de cada campo tratan de establecer las reglas del juego, y que es precisamente la preexistencia de estos campos lo que lleva a los actores presentes en ellos a politizar y despolitizar selectivamente ciertos aspectos.
Public spheres are very different objects from those that started the processes of globalization. One of the novel aspects of current public spheres is the growing influence of social media platforms and the disinformation that nurtures in them. In this sense they have become a central element in current political communication and electoral campaigns in particular. This article outlines a research agenda on how to investigate the construction of this new political object, both in the political debate and the regulatory framework. We propose to study this political object as a dispute in the emerging transnational field where disinformation is defined, and suggest theoretical, methodological and normative issues of this agenda. We argue that there are different pre-existing fields (journalism, international security) that are affected by the emergence of the new transnational field of disinformation and that the actors of each field will try to establish the rules of the game, and that it is precisely the pre-existence of these fields which leads the actors present in them to selectively politicize and depoliticize disinformation.
