Este artículo analiza los movimientos sociales desde los enfoques constructivistas y culturales, en concreto de las tesis que defienden el papel crucial de los movimientos como creadores de nuevos marcos de interpretación de la realidad, y que investigan la influencia de esta forma de acción sobre el cambio social. Su objetivo es contribuir a una comprensión mejor de la influencia del movimiento feminista sobre los cambios que están afectando a las relaciones entre hombres y mujeres, y a sus posiciones diferenciales en la sociedad. En concreto acudimos al estudio de un caso y analizamos el papel del movimiento feminista en el reciente proceso de redefinición y deslegitimación de la violencia contra las mujeres. Este proceso ha aportado una nueva explicación de las causas de la violencia y ha significado el tránsito de este tipo de violencia del espacio privado al espacio público, y de la calificación de drama privado a su consideración como problema social.