Afirmar que la filosofía política de Aristóteles ha sido tergiversada en puntos cruciales es sólo posible si se conoce lo que Aristóteles, -cualquier autor-, “dice” verdaderamente. Al respecto, nos remitimos expresamente a la hermenéutica de Gadamer y a su pretensión de que cabe escuchar lo que la tradición nos dice, desde nuestro horizonte de praxis y siendo conscientes de los prejuicios no percibidos que nos vuelven sordos a la tradición. Como trataremos de demostrar, la implementación de un prejuicio individualista no percibido sería la causa de que se “oiga” decir a Aristóteles “individuo”, introduciendo, así, en su filosofía el individualismo, el liberalismo y el constitucionalismo consiguientes. Por el contrario, escuchar lo que verdaderamente dice: “uno de nosotros”, explicaría perfectamente algunas “peculiaridades” de la Atenas clásica como la antitímesis, la ausencia de fiscalía o el ostracismo, tergiversadas también por un prejuicio no percibido individualista.
To defend that the Aristotelian political philosophy has been distorted in some crucial points is possible only if we know what Aristotle, -any author-, truly “says”. At this respect, we expressly adhere to Gadamer’s hermeneutics and his assertion that it is possible to listen to what tradition says to us, from our praxis horizon and being conscious of the “hidden prejudices” that make us deaf to tradition. As we will try to prove, the implementation of an individualistic hidden prejudice would be the reason why we hear Aristotle saying “individual”, so that we introduce in his political philosophy the consequent individualism, liberalism and constitutionalism. On the contrary, to listen to what he truly says: “one of us”, would explain perfectly well, some “peculiarities” of the classical Athens like the “antitimesis”, the absence of prosecutors and the ostracism. “Peculiarities” distorted too from an individualistic hidden prejudice.