En la doctrina del derecho internacional de Hermann Heller el dato fundamental del orden jurídico lo constituye la presencia de unidades decisorias soberanas, individualizadoras del derecho. Heller agrega que, paradojalmente, la existencia del derecho positivo depende de la acción legibus soluta de tales unidades comunitarias. Aunque obligados por “principios jurídicos fundamentales”, los Estados, ante una amenaza que los ponga en riesgo y comprometa, por ende, a la totalidad del orden jurídico, pueden modificar a éste último parcialmente. Así pues, respecto del orden jurídico positivo, el Estado permanece como elemento determinante. Y, dado que en el orden internacional no hay una civitas maxima, sino pluralidad de Estados, serán éstos quienes libremente determinen (positivicen) el derecho internacional público. El Estado nace y perdura como una cierta realidad social (un “hecho”, dice Heller) y existe como sociedad política –con la legitimidad correspondiente- aun cuando no entable relaciones jurídico-internacionales de ninguna especie.
En conclusión, para Heller si el Estado no aparece ni pervive por decisión del derecho internacional, luego tampoco su potestad se origina en una delegación o distribución de funciones emanada de tal orden normativo.
ABSTRACT According to Hermann Heller’s international law theory, the fundamental fact of the legal order is the presence of sovereign decision-making units, individualizing the law.
He adds that, paradoxically, the existence of positive law depends on the legibus soluta action of such communities. Although bound by "fundamental legal principles", the States, in the face of a threat that puts them at risk and therefore compromises the entire legal order, can partially modify the latter. And, given that in the international order there is no civitas maxima, but rather a plurality of States, it is they who freely determine (positivize) public international law: as a matter of fact, international law is created by the general consent of the States. The State is born and endures as a certain social reality (a "fact", says Heller) and exists as a political society -with the corresponding legitimacy- even when it does not establish international legal relations of any kind.
In conclusion, for Heller if the State does not appear or survive by decision of international law, then its power arises from no delegation or distribution of functions emanating from such normative order.