Juan Gabriel Alfaro Molina
Para Aristóteles la amistad (φιλíα) es uno de los componentes de la felicidad (ε?δαιμον?α), y la máxima felicidad del hombre es la contemplación. El modelo perfecto de contemplación es el motor inmóvil, de ahí que sea la máxima referencia del hombre para ser feliz. Esto lleva a la cuestión sobre la amistad entre dios y el hombre, de tal forma que las Éticas aristotélicas muestran una diversidad de criterios, pues en algunas referencias ve imposible la amistad entre desiguales (dios-hombre) y en otras justifica dicha amistad en torno a la relación generador-generado, cuyo fundamento o proporción es el amor.