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Raúl Benítez Zenteno
La ciudad de México constituye el gran ejemplo de problemas acumulados; de decisiones benéficas sólo para unos cuantos; de carencia de servicios en proporciones muy elevadas de la población, de niveles de bienestar muy insatisfactorios, y tales conclusiones no son válidas para Monterrey, en donde se da un comportamiento institucionalizado diferente de los grupos económicos y políticos que mantienen su hegemonía y limitada participación de la sociedad civil. A la vez existe una cierta pauta más universalmente difundida, de laborar dentro del ámbito regional capitalista, con una visión, desde aquí, de lo que requiere el país, lo que ha llevado a la consulta obligada de decisiones nacionales. Nuevo León constituye un ámbito reconocido e identificado en el conjunto nacional. No debe extrañar la afluencia de migrantes en sus épocas de mayor crecimiento poblacional, que coincidieron con la etapa de la transición demográfica de descenso de la mortalidad, bien identificada en los trabajos del capítulo 4 de Rodríguez Urrutia, Garza, Madrigal y Zúñiga, que nos aportan la información necesaria para ubicar a Monterrey en el contexto mundial de ciudades y en el nacional; saber del crecimiento poblacional por crecimiento natural o por crecimiento social, con un cierto sentido de proceso.
