Alfonso Peralta Gutiérrez
Con las revelaciones de Edward Snowden en Wikileaks descubrimos la existencia de unos sistemas de vigilancia masiva de telecomunicaciones. Tras el escándalo inicial, la comunidad jurídica y la jurisprudencia el TJUE y el TEDH han establecido unos parámetros según la cual esta vigilancia electrónica a gran escala pueda ser admisible por motivos legítimos a pesar de la generalizada injerencia a la intimidad, privacidad, secreto de las comunicaciones y protección de datos. Los casos La Quadrature du Net and Others del TJUE y Big Brother Watch del TEDH fijan el marco normativo según el cual las legislaciones europeas de vigilancia masiva deberán adaptarse a los estándares de protección de derechos humanos.