Conforme el flamante capitalismo informacional va cobrando forma y fuerza, va también desvelándose su identidad y su carácter profundamente marcados por la ideología empresarial. La mercantilización de la vida social, la empresarialización de las relaciones sociales y una visión contractualista e individualista constituyen el temperamento actual de la llamada "sociedad de la información". La expansión de estas fórmulas se deja notar hoy de forma evidente en el ámbito laboral, de manera que la forma empresa ha pasado a dictar, más que nunca, el nuevo protocolo de las relaciones laborales. En este artículo se analizarán algunos de los rasgos de este totalitarismo laboral aplicados a los colectivos más frágiles del mercado de trabajo, cada vez más forzados a convertirse en managers de sí mismos. Se prestará especial atención a cómo este proceso ha conducido a una redefinición de la categoría de paro, con profundas repercusiones sobre los parados y sus condiciones de inserción profesional.