Pese a la paradoja de calificar como “especial” un contrato estatal por regirse por el derecho privado, el hecho de que se celebren en gran cantidad y los problemas cotidianos de su estudio e interpretación justifican un esfuerzo de claridad conceptual y teórica, entre otras, para permitir el control judicial efectivo de una jurisdicción que ha construido su objeto a partir de la comprensión de “instituciones” jurídico administrativas. Desde la constatación de una realidad que se aleja de las pretensiones de unidad que caracterizaron al contrato estatal en el Estatuto General, este artículo pretende identificar los principales problemas estructurales y proponer un orden conceptual de ellos, a efectos de sentar las bases de un control judicial coherente y consecuente
It is unfortunate public contracts are labelled “especial” in nature when they are ruled by private law, since this type of public contracts are, in fact, highly common. The plethora of issues related to their analysis, justifies an effort to try to clarify some controversial ideas that are paramount to their judicial review. After making clear that we do not have a general instrument that rules every single contract that the Administration executes, this paper will intend to identify the main problems related to this topic and to introduce some kind of conceptual order and prerequisites necessary to facilitate a thorough and coherent judicial review of these contracts