La vinculación entre la sostenibilidad y el capital intangible de la empresa puede fundamentarse en el concepto de ¿desmaterialización¿. Durante los últimos siglos, la actividad industrial ha dado como resultado una significativa reducción de los recursos naturales y un deterioro de las condiciones medioambientales. Algunas empresas ya empiezan a incluir el control del impacto medioambiental negativo que pudiera tener su actividad productiva como uno de los elementos clave de la estrategia corporativa.