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La principal idea de este artículo es mostrar que las denominadas ‘Fake News’ apuntan hacia un problema epistemológico clásico en la historia de la filosofía y que esta puede tener un papel relevante en su tratamiento. Voy a trazar una línea discontinua desde los sofistas hasta el posmodernismo filosófico para revelar que la verdad tiene siempre una contrapartida emocional con la que tiene que convivir. Es una idea que Nietzsche, de alguna manera, ya intuyó en su obra ‘El nacimiento de la tragedia' y que está implícita también en la oposición ilustrada entre Voltaire y Rousseau. Una especie de oposición entre la razón y la emoción. La diferencia estriba en que ahora los medios técnicos para enfatizar las opiniones ‘emocionales’ son mucho mayores y eso aumenta su influencia exponencialmente. Intentaré describir cómo los esfuerzos por ‘salvar la verdad’ ante este fenómeno son muy similares a los intentos del pasado en la historia del pensamiento.
The main idea of this article is to show that the so-called 'Fake News' points to a classic epistemological problem in the history of philosophy and that philosophy can play a relevant role in its treatment. I will draw a discontinuous line from the Sophists to philosophical postmodernism to reveal that truth always has an emotional counterpart with which it has to coexist. It is an idea that Nietzsche, in a way, already intuited in his work 'The Birth of Tragedy' and that is also implicit in the enlightened opposition between Voltaire and Rousseau. A kind of opposition between reason and emotion. The difference is that now the technical means to emphasise 'emotional' opinions are much greater and this increases their influence exponentially. I will try to describe how the efforts to 'save the truth' in the face of this phenomenon are very similar to past attempts in the history of thought.
