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Viviana Ponce de León Solís
En este artículo se analiza la regla que garantiza la paridad en la integración del órgano que redactará una nueva Constitución para Chile, como mecanismo de superación de estructuras patriarcales, diseñado en respuesta al descontento masivo expresado por la ciudadanía en general y por las organizaciones feministas durante el denominado «estallido social» chileno. El análisis comienza con una aproximación general a la idea de paridad y una descripción de las condiciones que hicieron posible la adopción de la regla de paridad. Luego, prosigue con un examen de la formula electoral de la paridad y la manera en que conduce a resultados paritarios tanto en la declaración de listas de candidaturas como en la asignación efectiva de escaños. Finalmente, se discuten las expectativas y los desafíos que conlleva la paridad. La principal conclusión de esta investigación es que aunque la fórmula de paridad resulta prometedora, por sí sola no asegura una Constitución con enfoque de género. Su efectivo potencial transformador depende sobre todo de factores de diseño procedimental e institucional y de la capacidad de las organizaciones de mujeres de formar alianzas estratégicas en las que se reconozca y priorice la especificidad de las demandas feministas
This article analyzes the rule that guarantees parity in the integration of the body that will draft a new Constitution for Chile, as a mechanism for overcoming patriarchal structures, designed in response to the massive discontent expressed by the general public and by feminist organizations during the so-called «social outbreak» in Chile. The analysis begins with a general approach to the idea of parity and a description of the conditions that made the adoption of the parity rule possible. It then proceeds with an examination of the electoral formula for parity and the way in which it leads to equal results both in the declaration of candidate lists and in the effective allocation of seats. Finally, the expectations and challenges posed by parity are discussed. The main conclusion of this research is that although the parity formula is promising, by itself it does not ensure a Constitution with a gender perspective. Its effective transformative potential depends above all on procedural and institutional design factors and on the capacity of women’s organizations to form strategic alliances in which the specificity of feminist demands is recognized and prioritized.
