Vincenzo Auriemma
La empatía es la capacidad de ubicarse en la situación del otro o, más exactamente, de comprender de inmediato los procesos emocionales de la otra persona. Este término quiere explicar uno alemán: Einfühlung (Treccani, 2019a). Este último indica lo que genéricamente llamamos “identificación”, es decir, la capacidad de establecer una relación emocional con personas, cosas, entornos, situaciones y animales. Podemos analizar este término en dos idiomas distintos, pero que nos dan la misma base: la empatheia griega (compuesta de en, ‘en’, y un derivado de pathos, ‘afecto’) y el alemán Einfühlung, que, como podemos ver, está formado por el prefijo ein, que indica el “interior”, y Fühlung, el sentimiento, ‘emoción’ (Ales Bello, 1999). Ese “adentro” es un problema para nosotros y, por lo tanto, debemos examinarlo en cada detalle, ya que, cuando nos enfrentamos con otra persona, todo lo que tenemos disponible es su “afuera”, todo lo de afuera de la piel: le veo el rostro, los ojos parpadeando, las arrugas que le surcan la frente, los pliegues que le arrugan los labios; escucho la voz estentórea, cálida y débil, estridente, metálica; observo las manos gesticulando lentamente siguiendo suaves curvas o dibujando tomas angulares; veo la hermosa espalda recta o curva, los hombros hundidos; la postura elegante o desaliñada, el andar holgado o su torpeza (Pinotti, 2014). Este significado se refiere principalmente a la difusión de este término en estudios de filosofía, psicología e historia del arte en Alemania entre los siglos xix y xx. Fue utilizado, al menos inicialmente, como un principio del juicio del disfrute y la creación estética gracias al Ästhetik de Theodor Lipps, por el cual cada percepción es el producto de actividades psicofísicas que los objetos estimulan a través de su forma, sus materiales, su manera de presentarse a los sentidos(Pinotti, 2014).Estas actividades generan sentimientos y categorías estéticas como reacciones específicas a los estímulos derivados de los objetos. Algunas reacciones favorecen la expansión de nuestras fuerzas vitales, otras dificultan su despliegue (Lipps, 1903);de ahí la idea de que lo bello, lo feo, lo agradable y lo desagradable no son cualidades de los objetos, sino resultados de nuestra interacción con las cosas. Posteriormente, hibridándose con otras líneas de investigación, a partir de la fenomenología, el Einfuhlung ejerció influencia en los estudios que mejoraron el componente emocional de la percepción (Ales Bello, 1999). Sin embargo, el término Einfühlung adquiere otro significado, a saber, el de simpatía simbólica. Este significado no es insignificante, ya que en Alemania, entre finales del siglo xix y principios del siglo xx, se desarrollaron teorías sobre el arte, sobre todo es importante recordar, en este contexto, la concepción de W. Worringer[1] (1881-1965), es decir, que el arte es la identificación del sentimiento en formas naturales, debido a una profunda consonancia o simpatía entre sujeto y objeto(Worringer, 1907). El hombre atribuye belleza a las formas en que logra transferir o proyectar su sentido vital. Al final, el disfrute estético es el disfrute objetivado de nosotros mismos (Worringer, 1907).