Las palabras zapatistas siempre nos enseñan verdades profundas. Por ejem-plo, que es más importante hacer que decir. Por eso fueron tan emocionantes las Jornadas de la Comisión Social en Valencia. Porque no hablamos de los ideales de nuestra asociación, sino que intentamos realizarlos: la igualdad y el co-nocimiento de la realidad social habitaron entre nosotros. Cuando Ángela Muñoz, del colectivo Las Kellys, tomó la palabra, verbalizó –por encima de todo- su agradecimiento por todos los cafés, comidas y cenas compar-tidas. Así fue. No se trató solo de una brillante ponencia, sino de algo más impor-tante: vida compartida. Igualdad. La dignidad de esta mujer me conmovió. Cuerpos machacados para dejar impolutas habitaciones por las que pagamos 80 euros, beneficios para grandes cadenas hoteleras que desprecian a quienes los producen. Enfermedades profesionales no reconocidas, listas negras, devaluación salarial, miseria. (...).