Alberto Sanz Sanz
La enajenación de la unidad productiva en el procedimiento concursal se ha manifestado como un mecanismo idóneo para solucionar la insolvencia del empresario. No obstante, esta operación no ha tenido siempre la atención que se merece, como evidencia su prácticamente nula regulación en el CCom o su reducido ámbito en la LC inicial. Esta situación ha dado un giro radical en el TRLC para configurarse como la vía esencial para logar satisfacer a los acreedores y conservar el tejido empresarial.