Este trabajo tiene tres propósitos principales. En primer lugar muestra, desde un punto de vista latinoamericano, que la civilización occidental es ambigua, debido a que al mismo tiempo está generando una nueva barbarie en nuestro mundo. En segundo lugar, este trabajo presenta el diálogo intercultural como una perspectiva para criticar la globalización de la civilización occidental y como una alternativa para llevar adelante la reorganización de la relación entre las culturas. En tercer lugar, este trabajo intenta indicar algunos supuestos filosóficos del diálogo intercultural: la concepción del ser humano como "singular universal", la reflexión crítica, la libertad, etc.