En este artículo abordamos un texto clásico del pensamiento taoísta, el Zhuangzi, desde la perspectiva de una hermenéutica de la experiencia. Dicha experiencia es la vivencia de lo infinitamente cercano. Uno de sus méritos consiste en presentar una descripción de situaciones que no son específicamente chinas, sino que corresponden arquetipos de experiencia universal. Se analiza su arte de vivir frente a la tradición confuciana, su visión del enigma de la vida, la actitud escéptica como superación de categorías epistemológicas ilusorias, la insuficiencia del lenguaje como transmisor de experiencias, la experiencia del tiempo como metamorfosis de la realidad y la muerte como experiencia.