Analiza el autor los recientes hechos acaecidos en el barrio madrileño de Salamanca por el que unos agentes irrumpieron por la fuerza en una vivienda ante la negativa de sus moradores a abrirles la puerta y sin autorización judicial, la posible responsabilidad de los agentes y concluye en la necesidad de adecuar nuestro marco normativo para evitar situaciones semejantes futuras que, sin duda, volverán a suceder(*).