La desigualdad efectiva entre mujeres y hombres sigue constituyendo uno de los principales desafíos de las sociedades modernas. Para avanzar en este sentido en los últimos tiempos se ha extendido como método de análisis el enfoque de perspectiva de género, que permite detectar situaciones de desigualdad lo que hace posible en última instancia corregir dichas situaciones. El comercio internacional también ha sido objeto de escrutinio, poniéndose en evidencia las desigualdades de género que también existen en dicho ámbito. Por ello, desde las instituciones públicas se está llevando a cabo el diseño y ejecución de distintas iniciativas que permitan una mayor y más justa participación de la mujer en el comercio internacional y en la economía en general.