Adam Baczko, Gilles Dorronsoro
El pasado 26 de agosto, en Kabul, el doble atentado reivindicado por la Organización del Estado Islámico causó una matanza. Entre las víctimas, mayoritariamente civiles, hay soldados estadounidenses y combatientes talibanes. Desde que se hicieran con el control del país, los talibanes se encuentran a su vez desestabilizados por el terrorismo islamista. La intervención occidental en Afganistán ha terminado en caos, lo que socava la credibilidad de Estados Unidos. Sin embargo, una pregunta sigue pendiente de respuesta: ¿cómo es posible que los talibanes, calificados como “desharrapados en motocicleta”, hayan ganado?