Raúl Guillén
La secuenciación del genoma del virus SARS-CoV-2 ha permitido identificar y seguir sus mutaciones. Esa tecnología punta, adaptada al genoma humano, da lugar a muchas promesas e inversiones. ¿Pero está su preeminencia justificada? ¿No lleva a desatender elementos clave de la sanidad pública y la investigación de las causas socioeconómicas o ambientales de las enfermedades?