Desde hace unos años España y las principales organizaciones a las que pertenecemos (OTAN y UE) vienen manifestado su preocupación por los riesgos asociados a las amenazas híbridas, especialmente preocupantes son las potenciales acciones en la zona gris.
Tanto la OTAN como la UE ha manifestado que son los Estados miembros los que deben articular los mecanismos para enfrentarse a estas potenciales agresiones. Sin embargo, ambas organizaciones reconocen que estas amenazas pueden tratarse con mayor eficacia si media una respuesta coordinada en el ámbito de cada una de ellas e incluso de manera combinada entre ambas.
Por su parte, en España se ha iniciado un nuevo ciclo de Planeamiento de la Defensa, que también ha incorporado la preocupación por este tipo de amenazas y la necesidad de adecuar las capacidades y procedimientos en el ámbito de las Fuerzas Armadas para ser capaces de contrarrestarlas con eficacia.