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Con la publicación del Real Decreto-Ley 28/2020, de 22 de septiembre, que regula el trabajo a distancia, y su entrada en vigor el pasado 13 de octubre de 2020, muchas son las dudas que han surgido tanto entre empresas, personas trabajadoras y despachos. Entre los aspectos claves que se van a tratar para dar respuesta a las principales cuestiones de la aplicación de la normativa se encuentran: su carácter voluntario, la necesidad de que conste por escrito, su flexibilidad, su sujeción al registro de jornada obligatorio, la igualdad de trato entre trabajadores presenciales y los de modalidad telemática, la reversibilidad, el control empresarial y la asunción de costes por parte del empresario.
With the publication of Royal Decree-Law 28/2020, of 22 September, which regulates remote working, and its entry into force on 13 October 2020, many doubts have arisen among companies, workers and offices. Among the key aspects that will be dealt with in order to answer the main questions regarding the application of the regulation are: its voluntary nature, the need for it to be in writing, its flexibility, the fact that it is subject to compulsory registration of the working day, equal treatment between face-to-face and telematic workers, reversibility, business control and the assumption of costs by the employer.
