La compaginación del trabajo y la vida familiar no está tan organizada en los países en desarrollo como en el mundo desarrollado, pero también en ellos se recrudece este problema. La autora estudia lo que sucede en la República Islámica del Irán —un país en que las mujeres sólo alcanzaban el 12,5 por ciento de la población activa en 2006—y las causas de la situación. Partiendo de una encuesta a 800 madres con estudios superiores, explica que es indispensable potenciar las guarderías para que estas mujeres puedan incorporarse plenamente a la actividad económica. Aboga por que se adopten medidas que conjuguen los medios «oficiales» e e informales de cuidado de los hijos con la normativa acerca de la jornada de trabajo.