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El objetivo de la intervención es estimular la práctica del proyecto arquitectónico como una oportunidad única de transformación de los espacios sin resolver en recursos para la ciudad y el territorio. La necesidad de generar un sentido de lugar e identidad local en los procesos de morfogénesis urbana y de recualificación de los tejidos, lleva al proyectista contemporáneo a reinventar constantemente el papel y contenido del espacio público, actuando en su vocación de identificar los lugares de encuentro social y conexión de flujos viarios y elementos urbanos.
La reapropiación del espacio y de la ciudad representa una cuestión ética de necesidad primordial: la plaza y el espacio libre como lugares de encuentro de la historia urbana y nodos de desarrollo social, económico y cultural.
La Plaza de la Paz intenta irradiar una energía ordenadora a su entorno, promoviendo la difusión de una conciencia cívica en vías de extinción: traza la huella de una idea capaz de medirse con los conceptos más profundos de la plaza europea como componente urbano estructurante de nuestras ciudades, en la que la historia, la arquitectura y cultura se funden en una dimensión cotidiana de comunidad y sentido de pertenencia
