En la búsqueda de nuevos instrumentos de análisis que fuesen capaces de afrontar los retos derivados de la complejidad estratégica del último tercio del siglo XX, Andrew Marshall definió las líneas maestras de una herramienta conocida como Net Assessment. En muy pocos años, se convirtió en uno de los pilares del planeamiento de fuerzas en los EEUU y, como prueba de su utilidad, en tiempos recientes otros Estados de la OTAN (y la propia OTAN) ha apostado por seguir la misma senda.