Santiago, Chile
Unos 20 millones de latinoamericanos y caribeños son emigrantes. El 70% de ellos están en los Estados Unidos y alrededor de tres millones están distribuidos en la propia región. Desde diversos puntos de vista, los migrantes son ciudadanos sin ciudadanía, desprotegidos sobre todo cuando caen en redes de trata de personas. Esta desprotección no es ajena a la crisis del Estado-nación, lo cual viene a ser otro reflejo de la globalización en un mundo donde no existe un sistema globalizado de defensa de los derechos humanos. Las manifestaciones de rechazo a los emigrantes en los países de acogida dan pié a la xenofobia y al racismo, a menudo con una implícita complicidad de la industria de los medios de comunicación, como se advierte en el caso de los peruanos en Chile.