El Gobierno de Aragón concedió en 1998 un total de 32 frecuencias de radio destinadas a emisoras comerciales privadas. Entre las condiciones que principalmente se valoraron destacan dos: el intentar fomentar la pluralidad de las emisiones y el de favorecer a las empresas que apostaran por la programación propia.
Sin embargo, después de algo más de cuatro años se ha comprobado como las 32 frecuencias han ido a parar a grandes grupos mediáticos de forma directa o mediante acuerdos de colaboración, mientras que no se ha creado ningún operador que apueste claramente por una parrilla propia. Incluso hay algunas redes que todavía no han comenzado a emitir y otras que lo hacen únicamente como postes repetidores.
En este sentido, la reducida importancia de las emisoras municipales, de las radios sin licencia, de las desconexiones de Radio Nacional de España y, sobre todo, la falta de una radio pública regional, conlleva a la escasez de contenidos de proximidad de este medio en Aragón.
Se ha comprobado como el plan de adjudicación de frecuencias de 1998 ha fracasado en lo que era su principal objetivo: dinamizar la oferta radiofónica en Aragón. Solamente ha permitido consolidar a las grandes cadenas de radio estatales y a los nuevos proyectos que se han expandido en toda España en los últimos tiempos como son Radio Intereconomía y Flaix FM.
Visto este panorama, parece cada vez más necesario una apuesta por la Radio Pública Autonómica, que podría ver la luz en la próxima legislatura, según los movimientos políticos que se han producido en los últimos tiempos.