Javier Casares Ripol , Víctor J. Martín Cerdeño
Durante el período 1978-2003, la distribución comercial española ha pasado de ser un sector reflejo de la producción y el consumo a ser uno de los principales sectores receptores-impulsores de la actividad económica nacional, tal y como pone de manifiesto su aportación macroeconómica. La complejidad y variedad del mercado (globalización, internacionalización, concentración, marcas, mercado laboral, etcétera) ha supuesto el tránsito desde el dualismo comercial hacia el polimorfismo comercial. Al mismo tiempo, los consumidores se han visto influidos por un amplio conjunto de factores económicos, sociales, demográficos, tecnológicos y culturales que han modificado sus hábitos de compra. Por último, los decisores públicos -regionales, nacionales y europeos- han articulado diferentes actuaciones que han sido relevantes para la evolución del comercio interior en España durante el periodo constitucional.