El universo emocional de las personas precisa un espacio destacado en la Justicia y es tiempo de abandonar la idea de que la emocionalidad es una mal llamada habilidad blanda propia de personas demasiado sensibles. La percepción, identificación y comprensión de las emociones y de los daños que pueden experimentar nos hará avanzar en la erradicación de los distintos tipos de violencias ejercidas sobre la mujer, muchas veces enmascarados por estereotipos que ocultan verdaderas agresiones a su integridad psicológica con consecuencias para su salud y bienestar.