El parón de los remontes mecánicos en varios países europeos ha enfadado al cártel de las estaciones de esquí alpino, que hasta ahora había impuesto su visión de la montaña. Pero la actual crisis sanitaria ha puesto de manifiesto el interés de otros enfoques, más sostenibles en el contexto de cambio climático. La atracción por una naturaleza preservada, revitalizada durante el confinamiento, invita a transformar las políticas de ordenación del territorio.