Joaquín Castillo de Mesa
El consenso científico señala que la mejor manera de frenar la propagación de la COVID-19 es mediante el rastreo de los contactos de las personas infectadas. Esta medida tiene carácter social, ya que busca analizar las redes de las personas para detectar de forma temprana quiénes están en riesgo de haber sido infectados, alertarles e imponerles la cuarentena, una medida de aislamiento social que impida la potencial propagación. Hasta el momento mucho se ha hablado sobre qué profesionales deben realizar este rastreo pero poco acerca de cómo se debe realizar este rastreo. En este artículo, en primer lugar, se define qué es el rastreo, qué profesionales están más preparados para estas tareas y cómo se está llevando a cabo en España, encontrando ciertas carencias en cuanto al uso de metodologías científicas que apoyen la labor de rastreo. A partir de la literatura científica que analiza cómo afecta la socialización a la propagación se desarrolla una simulación sobre cómo se puede propagar la COVID 19 durante las interacciones sociales de las personas en sus distintos ámbitos de socialización. Sobre esta simulación se utiliza análisis de redes sociales y determinados algoritmos de detección de comunidades y de análisis de cohesión, para mostrar la idoneidad de estas metodologías para que el rastreo. Los resultados muestran que con el apoyo del análisis de redes sociales y de determinados algoritmos se accede de forma precoz a información clave sobre comunidades formadas en la estructura de red y sobre quiénes son los superpropagadores y los intermediadores entre las comunidades detectadas. Esto puede ayudar a priorizar la puesta en contacto con estas personas para cortar las cadenas de trasmisión comunitaria. Finalmente discutimos acerca de la idoneidad de que los profesionales del Trabajo Social se capaciten en estas metodologías para poder desarrollar esta labor del rastreo.
Scientific consensus indicates that the best way to slow the spread of COVID 19 is by tracing the contacts of infected people. This measure has a social nature, since it seeks to analyze people’s networks to detect early who is at risk of being infected, alert them and impose quarantine, a measure of social isolation that prevents the potential spread. So far, much has been said about which professionals should perform this screening but Little about how it should be done. In this article, in the first place, it is defined what tracking is, which professionals are best prepared for the use of scientific methodologies that support tracking word. From the scientific literature that analyzes how socialization affects the spread, a simulation is developed on how COVID 19 can spread during the social interactions of people in their different areas of socialization. On this simulation, social network analysis and certain algorithms for community detection and cohesion analysis are used to show the suitability of these methodologies for tracking. The results show that with the support of social network analysis and certain algorithms, key information about communities formed in the network structure and who are the super-propagators and intermediaries between the detected communities is accessed early. This can help prioritize contacting these people to cut the chains of community transmission. Finally, we discuss the suitability for Social Work professionals to be trained in these methodologies in order to develop this tracking work.