Mariana Cossío Ponce de León, Osiris Quiñones Domínguez, Alejandra Cossio Ponce de León
De frente a la exigencia de trasladar la enseñanza presencial a enseñanza virtual, con la aparición de la COVID-19 y con ello se experimentó el distanciamiento social, ajustes de calendario y capacitación exprés, para enfrentar el paradigma educativo que la modalidad a distancia impone. La comunidad universitaria participó en este reto institucional y una vez concluido el proceso creímos importante caracterizar la capacidad para trabajar en línea de los estudiantes. Estos son resultados preliminares del proyecto “Continuidad pedagógica en Educación Superior en tiempo de la pandemia”. Se diseñó un estudio descriptivo y retrospectivo, aplicamos una encuesta en línea la última semana del ciclo escolar. La muestra se conformó por 129 universitarios, 32.6% (42) masculinos y 67.4% (87) femeninos de nivel Licenciatura. La edad promedio de los estudiantes fue 21.01 + 4.7, el 29.5%, contaron con conexión a internet suficiente y de calidad para realizar el trabajo en la plataforma, el 53.5% con conexión regular y el 17% sin conexión. El 80% de los estudiantes adaptaron un espacio para desarrollar actividades académicas. Los estudiantes manifiestan una evaluación complicada en el 76%, el trabajo fue excesivo en el 85.3% y el 53.6% piensa que la calificación del curso no corresponde al trabajo y dedicación que tuvieron. Los estudiantes dijeron en el 78.3% que su calificación no representa el conocimiento adquirido. Se encontraron diferencias significativas, la percepción de las mujeres de mayor facilidad en tomar clases en línea y los varones prefieren esperar a que todo se normalice para continuar sus estudios.
With the appearance of COVID-19 and concepts like social distancing, rescheduling and express training where essential to tackle the paradigm that this new distance-based model imposed. The whole of the universe’s community was needed to participate in this institutional challenge and, once the process had ended, we deemed important to test the capabilities of our students to work online. These are the preliminary results in the project “Pedagogical Continuity applied to a higher education in times of pandemic”. First, descriptive, and retrospective studies were designed, later to be applied in the form of an online test on the last week of academic term. The test had as subject a total of 129 university students, of which 32.6% (42) where male and 67.4% (87) female, all of them undergraduates. The average age of the testers was 21.01+ 4.7. Of these 29.5% counted with a reliable internet connection to perform their duties, 53.5% had faulty irregular connections and the 17% had no connection at all. 80% of students admitted to have created a workplace within their homes to better perform their school work. Students manifested that in 78.3% of cases the evaluation felt complex, 85.3% felt they were overworked, while the remaining 53.6% feel that the grade they were given was not on-par with the time an effort they gave. 78.3% of students said that their grades were not a one-on-one representation of their acquired knowledge.