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Cambridge District, Reino Unido
La pandemia de la Covid-19 ha transformado el panorama social en el mundo. Ha expuesto el poder de los gobiernos, sus inmensos recursos económicos y su capacidad de vigilancia y control. Ha demostrado que es posible subordinar los grandes intereses económicos a otras preocupaciones humanas. Ha intensificado y acelerado las tendencias de desigualdad dominantes. La estructura de clases ha cambiado al dividirse las clases principales entre los segmentos de personas afortunadas y personas desfavorecidas. La intimidad humana se ha visto seriamente dañada por el agravamiento de la violencia y la salud mental en el seno del hogar. Cuando la pandemia se extinga, la humanidad afrontará un cuarto de siglo en el que tendrá que decidir su historia futura: si detener o no una catástrofe climática, si gestionar de manera igualitaria la revolución tecnológica o perpetuar una desigualdad creciente y si adaptarse a un nuevo mundo posoccidental pacíficamente o mediante enfrentamientos.
The Covid-19 pandemic has changed the social landscape of the world. It has demonstrated the power of states, their enormous economic resources as well as their capacity of surveillance and policing. It has shown that large economic interests can be subordinated to other human concerns. It has deepened and accelerated prevailing inequality tendencies. The class structure has been changed by slicing all the major classes into fortunate and disadvantaged sectors. Human intimacy has been seriously damaged by surges of domestic violence and mental health. When the pandemic peters out, the world will face a quarter of a century deciding its future history. We’ll have to decide if stopping a climate catastrophe or not, if managing the technological revolution equally or perpetuating ever increasing inequality, and also we will have to decide if we will peacefully adapt to a new post-Western world or if we will do it in a warring way.
