En el museo de la legalidad administrativa existe una sala destinada a las grandes piezas, las más sorprendentes, valiosas y temibles. En lugar destacado estarían los planes de urbanismo, decisión pública de inmenso impacto sobre vidas, haciendas e intereses públicos, y cuyas condiciones de ejercicio están plagadas de normas jurídicas estatales y autonómicas. Se trata de una figura controvertida que ha generado infinidad de litigios y que ha llevado a la jurisprudencia a fijar las condiciones y límites de la potestad planificadora