Rosa Cecilia Bustos Erazo
Este artículo presenta los resultados de un proceso investigativo con el objetivo de analizar tres lineamientos básicos para la construcción de una pedagogía decolonial: el primero, Reconocimiento de lo nuestro, reflexiona sobre la relación recíproca del hombre con la naturaleza, que se gesta desde las herencias culturales y los saberes actuales bajo una visión de endogénesis como la capacidad de habitar de forma coherente un territorio geográfico-cultural y generar pensamiento propio.El segundo lineamiento: Interculturalidad crítica, proyecto epistémico, social y educativo, entendido como la dimensión ontológica del respeto por el otro y la diferencia, que legitima la alteridad como herramienta pedagógica, con perspectiva crítica, para desmontar el papel de la escuela como reproductora de formas del poder, del saber y del ser, propias de la colonialidad.El tercer lineamiento: Pedagogía crítica, como práctica democrática, que se inscribe en un proceso reflexivo, con epistemología, didáctica y pedagogía caracterizada por la dialogicidad, la criticidad y la otredad, con potencialidad hermenéutica de transformación, liberación simbólica y epistémica hacia una praxis decolonizadora.La pedagogía decolonial, propia de auto-determinación y auto-liberación, enmarcada en los tres lineamientos, genera pensamiento decolonial, crítico, conducente a un proceso de resistencia e insurgencia que visibiliza la geopolítica del saber y la topología del ser, para que la escuela deje de ser espacio de colonización mental y se convierta en generadora de conocimiento emancipador.
Este artículo presenta los resultados de un proceso investigativo con el objetivo de analizar tres lineamientos básicos para la construcción de una pedagogía decolonial: el primero: Reconocimiento de lo nuestro, reflexiona sobre la relación recíproca del hombre con la naturaleza, el cual se gesta desde las herencias culturales y los saberes actuales bajo una visión de endogénesis como la capacidad de habitar de forma coherente un territorio geográfico–cultural, generando pensamiento propio.El segundo lineamiento: Interculturalidad crítica, proyecto epistémico, social y educativo, entendida como la dimensión ontológica del respeto por el otro y la diferencia, que legitima la alteridad como herramienta pedagógica, con perspectiva crítica, desmontando el papel de la escuela como reproductora de formas del poder, del saber y del ser, propias de la colonialidad. El tercer lineamiento: Pedagogía crítica, como práctica democrática, se inscribe en un proceso reflexivo, con epistemología, didáctica y pedagogía caracterizada por la dialogicidad, la criticidad y la otredad, con potencialidad hermenéutica de transformación, liberación simbólica y epistémica hacia una praxis decolonizadora.La pedagogía decolonial, propia de auto-determinación y auto-liberación enmarcada en los tres lineamientos, genera pensamiento decolonial, crítico, conducente a un proceso de resistencia e insurgencia que visibiliza la geopolítica del saber y la topología del ser, para que la escuela deje de ser espacio de colonización mental y se convierta en generadora de conocimiento emancipador.
This article showcases the research results of the analysis of three basic guidelines for the construction of a decolonial pedagogy: The first one: Recognition of what is ours, this guideline reflects on the reciprocal relationship of man with nature, which is developed from cultural heritages and current knowledge under a vision of endogenesis as the ability to inhabit a geographical-cultural territory in a coherent way, generating its own way of thinking.The second guideline: Critical interculturality, or the epistemic, social and educational project, understood as the ontological dimension of respect for the other and difference, which legitimizes otherness as a pedagogical tool, with a critical perspective, dismantling the role of the school as a reproducer of forms of power, knowledge and being, typical of the colonial era.The third guideline: Critical Pedagogy, as a democratic practice, it is inscribed in a reflexive process, with epistemology, didactics and pedagogy characterized by dialogicity, criticality and otherness, with a hermeneutic potential for transformation, symbolic and epistemic liberation towards a decolonizing praxis.The decolonial pedagogy, proper to self-determination and self-liberation framed in the three guidelines, generates decolonial, critical thinking, leading to a process of resistance and insurgency that makes visible the geopolitics of knowledge and the topology of being, so that the school ceases to be a space of mental colonization and becomes a generator of emancipatory knowledge.