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Josefa Ruiz Mercader, Candelaria Ruiz Santos
La flexibilidad funcional (trabajadores polivalentes y multicualificados en la realización de distintas tareas) constituye una práctica laboral flexible que aporta una importante ventaja competitiva a la PYME. Una plantilla polivalente permite a la empresa adaptarse a los cambios internos y externos con mayor rapidez y efectividad. Sin embargo, nuestras PYME todavía se enfrentan a importantes barreras que dificultan su implantación procedente principalmente de tres tipos de obstáculos: la insuficiente formación del trabajador ("no sabe"), la rigidez interna de la estructura organizativa ("no puede") y la propia resistencia del individuo a moverse fuera de sus límites ocupacionales ("no quiere"). Tomando como población las PYME de la Región de Murcia, el presente artículo muestra los resultados de dos estudios que analizan los obstáculos a la flexibilidad funcional. La primera investigación examina la Industria murciana: se han detectado tres grupos de sectores con diferencias significativas según que el nivel de dificultad a la flexibilidad funcional fuera bajo, medio o alto y se han elaborado los perfiles de las PYME que presentan un nivel de dificultad significativamente superior en comparación con aquellas cuyos niveles son significativamente inferiores. En un estudio posterior, realizado dentro del sector de Tecnologías y Sistemas de la Información de la Región de Murcia, se ha evidenciado un elevado nivel de flexibilidad funcional así como una influencia positiva de ésta en los resultados operativos de las PYME, configurándose así como una práctica empresarial rentable a largo plazo. No obstan- te, sigue existiendo en este sector la necesidad de reducir algunas barreras que limitan la polivalencia procedente de la falta de una planificación continua de la formación y, por otra parte, del predominio todavía de las estructuras verticales frente a las horizontales.
