Rafael Priego
Durante décadas el desarrollo de las armas de energía dirigida se ha mantenido en estado de letargo. Sin embargo, el estado de madurez tecnológica alcanzado en la actualidad está desencadenando un proceso de transición irreversible hacia el campo de batalla, propiciando la aparición de prototipos sumamente prometedores que abren un nuevo abanico de posibilidades, tanto ofensivas como defensivas, para los ejércitos. Este artículo ofrece un análisis del potencial que la energía dirigida puede ofrecer en el seno de la defensa aérea en base a los desarrollos realizados por países de referencia en el sector, como lo son EEUU y China, que están invirtiendo en proyectos que podrían dejar obsoletos a los tradicionales sistemas de armas cinéticos.